1.3 LEE EL CAPÍTULO

Precepto 1: Cuida de ti mismo

1. CUIDA DE TI MISMO.

1-1. Obtén asistencia cuando estés enfermo.

Cuando la gente está enferma, incluso de enfermedades contagiosas, a menudo no se aísla ni busca tratamiento adecuado. Esto, como puedes ver con facilidad, tiende a ponerte en peligro. Insiste en que, cuando alguien esté enfermo, tome las debidas precauciones y reciba la debida atención.

1-2. Mantén limpio tu cuerpo.

La gente que no se baña ni se lava las manos regularmente, puede ser portadora de gérmenes. Te pone en peligro. Tienes todo el derecho a insistir en que la gente se bañe regularmente y se lave las manos. Es inevitable que uno se ensucie mientras trabaja o hace ejercicio. Haz que se aseen después.

1-3. Protege tus dientes.

Se ha dicho que si uno se lavara los dientes después de cada comida, no sufriría de caries. Esto, o el masticar chicle después de las comidas, hace mucho por defender a otros de las enfermedades bucales y el mal aliento. Sugiere a otros que protejan sus dientes.

1-4. Come adecuadamente.

La gente que no come adecuadamente no es de gran ayuda ni para ti ni para sí misma. Tiende a tener un nivel bajo de energía. A veces se pone de mal humor. Se pone enferma con mayor facilidad. No hacen falta dietas extrañas para comer adecuadamente, pero sí es necesario que uno coma alimentos nutritivos con regularidad.

1-5. Descansa.

Aunque muchas veces en la vida uno tiene que trabajar más allá de los períodos normales de sueño, el que una persona por regla general no descanse de forma adecuada puede convertirle en una carga para los demás. Las personas cansadas no están alerta. Pueden cometer errores. Sufren accidentes. Justo cuando se las necesita pueden dejar caer todo el peso del trabajo sobre uno. Ponen en peligro a los demás. Insiste en que la gente que no descansa adecuadamente lo haga.