LLEVANDO FELICIDAD AL CAMPEONATO DE KÁRATE
El Camino a la Felicidad se une al kárate en el lugar de nacimiento de esta disciplina: la isla de Okinawa.
El kárate no solo es una forma de arte marcial, sino también una forma de vida. Un punto clave de la forma del kárate es el budo que es, como lo describe un sitio web: “Para los que practican el kárate es una forma de arte marcial, pero lo más importante es una forma de desarrollo humano a través del cual podemos cambiar nuestros hábitos, llegar a ser más valiosos para nuestra comunidad, así como para todos los que entramos en contacto en nuestra vida diaria”.
La isla de Okinawa en Japón es la cuna del kárate y la disciplina se ha considerado no solo una maestría del cuerpo, sino también una maestría del espíritu desde sus orígenes. Sin embargo, Okinawa está lidiando con sus propios problemas de pobreza y drogas, tiene una tasa de desempleo casi del doble de la del Japón continental y el consecuente consumo de drogas que a menudo viene con la pobreza.
Por lo tanto, cuando el Campeonato Mundial de Super Karate-do de Okinawa de 2019 estaba programado para celebrarse en Okinawa, Japón, el Presidente de la Federación Mundial de Karatedo de Koshiki tenía el doble de razón para querer que los 21 preceptos de El Camino a la Felicidad mejoraran el campeonato y la isla.
El equipo de El Camino a la Felicidad de Japón le proporcionó libritos a los jugadores y a los sensei (maestros de artes marciales) de todo el mundo que participaban. También proporcionaron libritos a los padres y al público en general, así como a la comunidad de Okinawa, todo con el propósito de ayudarles en la búsqueda del verdadero budo de kárate.